Reuters
El sector es el más afectado por la crisis económica que sacude al país, dado que el 21 por ciento no tiene trabajo. La venta de drogas revivió en la ciudad de Barbate. Desde el 15 de mayo, los "indignados" protestan en las plazas ibéricas
Una de las ciudades más afectadas por este doble crecimiento negativo, dado que aumenta el desempleo a la par de la venta de estupefacientes, es Barbate, cercana a la costa norteña de África.
En momentos en que a los policías se les atrasa el pago del sueldo, los narcotraficantes tardan sólo 40 minutos en traer estupefacientes desde Marruecos.
Su alcalde, Rafael Quirós, se pronunció al respecto de esta situación, en clara oposición a los demás funcionarios españoles que prefieren dejarla a un lado. “En este momento, un joven tiene absolutamente cero posibilidades de encontrar un empleo fijo”, afirmó el político, de acuerdo a lo publicado en la selección de Clarín del diario norteamericano The New York Times.
Son cerca de 300 los pobladores de Barbate que hoy están en prisión a causa del narcotráfico, mientras que hace cinco años esa cifra se reducía a la mitad.
La crisis económica y social que sacude al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero es el principal detonante de esta situación. El índice de desempleo no para de crecer y los más afectados son los jóvenes: En la región de Andalucía, por ejemplo, casi el 30 por ciento de la juventud no logra encontrar un trabajo, lo que los impulsa a encontrar alternativas, las que sean.
Los “indignados” son los fieles representantes de esta situación. Desde el 15 de mayo, el movimiento Democracia Real Ya exige al gobierno ibérico se tomen medidas certeras para frenar la crisis económica, política y social que tiene como foco principal a los jóvenes.
En uno de los barrios de Barbate, al quela Policía describe como centro del narcotráfico, dos jóvenes no tienen ningún reparo en admitir que el BMW que poseen es consecuencia directa de la venta de drogas.
Aún más; Paco, de 30 años, quien debió cumplir una condena en la cárcel a causa de la venta de drogas, asegura que desde que está en libertad no pudo encontrar empleo, por lo que entiende que la solución ahora es aprender a manejarse con las drogas para no volver a caer preso.
Así, mientras menos posibilidades de progreso encuentran los jóvenes en la sociedad española, más se involucran en el narcotráfico.
Una de las ciudades más afectadas por este doble crecimiento negativo, dado que aumenta el desempleo a la par de la venta de estupefacientes, es Barbate, cercana a la costa norteña de África.
En momentos en que a los policías se les atrasa el pago del sueldo, los narcotraficantes tardan sólo 40 minutos en traer estupefacientes desde Marruecos.
Su alcalde, Rafael Quirós, se pronunció al respecto de esta situación, en clara oposición a los demás funcionarios españoles que prefieren dejarla a un lado. “En este momento, un joven tiene absolutamente cero posibilidades de encontrar un empleo fijo”, afirmó el político, de acuerdo a lo publicado en la selección de Clarín del diario norteamericano The New York Times.
Son cerca de 300 los pobladores de Barbate que hoy están en prisión a causa del narcotráfico, mientras que hace cinco años esa cifra se reducía a la mitad.
La crisis económica y social que sacude al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero es el principal detonante de esta situación. El índice de desempleo no para de crecer y los más afectados son los jóvenes: En la región de Andalucía, por ejemplo, casi el 30 por ciento de la juventud no logra encontrar un trabajo, lo que los impulsa a encontrar alternativas, las que sean.
Los “indignados” son los fieles representantes de esta situación. Desde el 15 de mayo, el movimiento Democracia Real Ya exige al gobierno ibérico se tomen medidas certeras para frenar la crisis económica, política y social que tiene como foco principal a los jóvenes.
En uno de los barrios de Barbate, al quela Policía describe como centro del narcotráfico, dos jóvenes no tienen ningún reparo en admitir que el BMW que poseen es consecuencia directa de la venta de drogas.
Aún más; Paco, de 30 años, quien debió cumplir una condena en la cárcel a causa de la venta de drogas, asegura que desde que está en libertad no pudo encontrar empleo, por lo que entiende que la solución ahora es aprender a manejarse con las drogas para no volver a caer preso.
Así, mientras menos posibilidades de progreso encuentran los jóvenes en la sociedad española, más se involucran en el narcotráfico.
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