Miércoles, 9 de junio de 2010 - Bolivia - NacionalRedacción Central, 8 (ANF).-
Sponsor de la páginaLa ratificación del presidente Evo Morales como máximo líder de las Seis Federaciones de Cocaleros se constituiría en una mala señal para la democracia ya que confirma que el actual gobierno representa los intereses de una minoría sindical antes que al interés general de la sociedad boliviana, según afirmó el analista y sociólogo César Arellano Mamani.Para el analista cochabambino, tras las tragedias de Caranavi y Uncía el país esperaba una señal de “desarme espiritual y pacificación”, pero las últimas decisiones del Jefe de Estado ratifican su apego a la línea de bélica y sectaria que ha marcado los pasados Cuatro años de su gobierno.“Se ve que lo sucedido en Uncía no le enseñó nada a Morales, ya que decidió aceptar la ratificación como máximo líder de los cocaleros del trópico, dándole a este sector la señal de que tendrá impunidad y más poder, cuando debía dar una señal de que él representa primero al Estado, rechazando ese nombramiento”, dijo.“Hay conflicto de intereses entre ser máximo dirigente de las seis federaciones de los cocaleros, cuyo cargo ocupa desde hace 20 años y desempeñar el cargo de Mandatario del Estado Plurinacional cuya misión es luchar contra el narcotráfico y controlar la materia prima que va a ese flagelo”, manifestó.Considera que mientras el Jefe de Estado sea el presidente de los cocaleros no tendrá el interés y la voluntad política para frenar y castigar las actividades de comunidades volcadas al tráfico de drogas y al contrabando. “Y las muertes de Epizana y Uncía pasaran a la historia como antecedentes de la impunidad y el omnímodo poder de cierto sindicalismo volcado a lo ilícito”, sostuvo.Arellano fundamentó su análisis en la versión de que el líder del ayllu que victimó a cuatro efectivos policiales en Uncía, fue detenido días antes del crimen, acusado por narcotráfico. Denunció que el argumento de que la hoja del Chapare va para el consumo tradicional no tiene asidero real, ya que la hoja de coca del Chapare no sirve para la masticación, pues produce varios cortes dentro la boca.“Hay una verdad que todos conocen pero que nadie se atreve a decir y es que nadie en este país mastica hoja de coca del Chapare y si bien los cocaleros que la mastican y consumen jamás consumen la hoja del trópico por su alto contenido de alcaloide”, dijo.“Mineros, fabriles y campesinos saben que para pijchar es la hoja de los Yungas paceños, o, de los Yungas de Vandiola, pero la coca del Chapare no sirve para masticar, pero si se constituye en materia prima para la producción de cocaína”, explicó.
Sponsor de la páginaLa ratificación del presidente Evo Morales como máximo líder de las Seis Federaciones de Cocaleros se constituiría en una mala señal para la democracia ya que confirma que el actual gobierno representa los intereses de una minoría sindical antes que al interés general de la sociedad boliviana, según afirmó el analista y sociólogo César Arellano Mamani.Para el analista cochabambino, tras las tragedias de Caranavi y Uncía el país esperaba una señal de “desarme espiritual y pacificación”, pero las últimas decisiones del Jefe de Estado ratifican su apego a la línea de bélica y sectaria que ha marcado los pasados Cuatro años de su gobierno.“Se ve que lo sucedido en Uncía no le enseñó nada a Morales, ya que decidió aceptar la ratificación como máximo líder de los cocaleros del trópico, dándole a este sector la señal de que tendrá impunidad y más poder, cuando debía dar una señal de que él representa primero al Estado, rechazando ese nombramiento”, dijo.“Hay conflicto de intereses entre ser máximo dirigente de las seis federaciones de los cocaleros, cuyo cargo ocupa desde hace 20 años y desempeñar el cargo de Mandatario del Estado Plurinacional cuya misión es luchar contra el narcotráfico y controlar la materia prima que va a ese flagelo”, manifestó.Considera que mientras el Jefe de Estado sea el presidente de los cocaleros no tendrá el interés y la voluntad política para frenar y castigar las actividades de comunidades volcadas al tráfico de drogas y al contrabando. “Y las muertes de Epizana y Uncía pasaran a la historia como antecedentes de la impunidad y el omnímodo poder de cierto sindicalismo volcado a lo ilícito”, sostuvo.Arellano fundamentó su análisis en la versión de que el líder del ayllu que victimó a cuatro efectivos policiales en Uncía, fue detenido días antes del crimen, acusado por narcotráfico. Denunció que el argumento de que la hoja del Chapare va para el consumo tradicional no tiene asidero real, ya que la hoja de coca del Chapare no sirve para la masticación, pues produce varios cortes dentro la boca.“Hay una verdad que todos conocen pero que nadie se atreve a decir y es que nadie en este país mastica hoja de coca del Chapare y si bien los cocaleros que la mastican y consumen jamás consumen la hoja del trópico por su alto contenido de alcaloide”, dijo.“Mineros, fabriles y campesinos saben que para pijchar es la hoja de los Yungas paceños, o, de los Yungas de Vandiola, pero la coca del Chapare no sirve para masticar, pero si se constituye en materia prima para la producción de cocaína”, explicó.
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